El teletrabajo en Perú
Buenos resultados
El teletrabajo ha resultado ser una opción no solo valida en términos del cuidado de la salud para las personas que trabajan; sino ha resultado ser positiva en resultados; en una encuesta hecha por Career Partners Perú a 580 ejecutivos del país, arrojó que en el 77% de los casos la productividad de los trabajadores se mantuvo o incrementó.
Pensar que en el 2019 (6 años después de entrar en vigencia la ley de teletrabajo) solo 2000 trabajadores optaron por ella y ahora al 31 de julio de 2020 se registraban 220 mil trabajadores remotos.
Rapidez de adaptación
En la encuesta señala que el 77% de las empresas no estaban preparadas para la modalidad de trabajo remoto, Según el Índice de Madurez Digital (DMI), cerca del 30 % de las empresas presentan una madurez digital incipiente.
El COVID-19 y el liderazgo de la Alta Dirección figuran como los aspectos que más han permitido el avance de la transformación digital en las empresas (60%).
Una vez más nos demuestra que Perú es una sociedad que sabe adaptarse rápidamente a las circunstancias y sacar lo mejor de sí cuando se lo propone.
Países adelantados con el teletrabajo.
Colombia lleva un largo recorrido en la implementación del Teletrabajo a través de la ley 1221 de julio de 2008. El país pasó de de 31.553 en el 2012 a 122.278 teletrabajadores colombianos.
Por otra parte, el medio de comunicación Portafolio, publicó el artículo ‘Nuevas tecnologías y formas de teletrabajo en Latinoamérica’, en el cual menciona que Brasil y Argentina son los países que llevan el liderazgo desde 2003; Argentina cuenta con más de un millón de ciudadanos trabajando en esta modalidad laboral, y Brasil tiene alrededor de 15 millones de teletrabajadores
Este mismo portal, señala que México tiene 2’600.000 teletrabajadores, Chile cuenta con más de medio millón de ciudadanos en esta modalidad. (15 de noviembre de 2019).
Un total de 84% de los encuestados indicaron su inclinación por el teletrabajo y 76% observaron que sus puestos se adaptan al home-office. En el resto de los países se presenta una tendencia similar con cifras superiores a 60%.
FORTALEZAS Y OPORTUNIDADES DEL TELETRABAJO
La práctica del trabajo a distancia ha favorecido el desarrollo de algunas competencias como la resiliencia, la autodisciplina y la flexibilidad, que muestran porcentajes elevados en la región.
La pandemia ha permitido una revalorización de las tareas de cuidado del hogar, la cual ha aumentado el ser compartidas y ya no dejando el trabajo solo a las mujeres como era costumbre.
También se ha observado que las personas aprecian más a la familia y sus vínculos se han fortalecido en el confinamiento.
Para los trabajadores
- Mejor balance de vida personal y laboral.
- Horarios flexibles.
- Ahorro en gastos de alimentación y transporte.
- Reducción del estrés en el transporte público.
- Mayor comodidad y libertad de vestimenta.
Para el empleador
- Ahorro de costes de muebles, inmuebles, servicios, papelería y hardware.
- Poder realizar reuniones de forma constante sin importar la ubicación de los colaboradores.
- Poder contratar talento de diferentes países y ciudades, aumentando la percepción de talento.
- Poder dar un mayor nivel de satisfacción de los empleados que beneficie a la productividad.
OPORTUNIDADES DE MEJORA
El apoyo con las tareas escolares presenta un área de mejora en todos los países, donde el rango de apoyo por parte de ambos padres va de 27 a 20%, y donde mayoritariamente la responsabilidad recae en las mujeres.
Otra área de oportunidad es la gestión del tiempo. A través de la encuesta queda claro que, para la mayoría existen dificultades para establecer fronteras entre el trabajo y la dedicación a la familia.
A pesar de no contar con el espacio y el mobiliario apropiado para realizar el trabajo desde casa, como refleja la encuesta, se sienten capaces de llevarlo a cabo con porcentajes superiores a 80%.
La velocidad de internet siempre es un reto; ya que no solo son los trabajadores en los hogares los que la usan, sino que estudiantes y otros miembros del hogar también cuentan con ello para estudiar o entretenimiento. Este problema es mayor en provincias y zonas rurales.
LEY DE TELETRABAJO EN PERÚ
Si bien la ley N° 30036 de TELETRABAJO en Perú fue aprobada en 2013; recién se están viendo avances y detalles para hacerla más aprovechable tanto para los empleadores como para los trabajadores.
Antes se necesitaba el consentimiento de ambas partes; pero dada las situación extraordinaria, ahora el empleador podía implementar razonablemente en forma unilateral este mecanismo, siempre que lo comunique con anterioridad al personal.
“Se le podrá decir al personal que, dentro de 10 días, tal como fija la ley, por necesidades del servicio, laborará mediante el teletrabajo y que se le facilitará la capacitación y los equipos. Esto no existía antes, porque si el trabajador expresaba su negativa no se podía implementar”, explicó.
Las instituciones privadas deberán asumir los costos del servicio de internet de sus teletrabajadores, según establece la nueva ley de teletrabajo. La pandemia sacó a la luz que la actual normativa de teletrabajo carecía de flexibilidad y de hecho requería muchas formalidades y sobrecostos para las empresas.
También apareció el “derecho a la desconexión digital”. De esta forma, el empleador no podrá exigir al trabajador la realización de tareas o coordinaciones de trabajo fuera de la jornada de trabajo o durante los días de descanso y licencias.
PERSPECTIVAS A FUTURO
Por ejemplo, un 29% de los teletrabajadores está contento con esta forma de realizar sus actividades, mientras que un 72% de los teletrabajadores les gustaría un modelo de trabajo híbrido, que combine el teletrabajo con las oficinas, aunque esto varía dependiendo de la cultura de cada país.
Considerando la forma de trabajo de las empresas peruanas es muy probable que la mayoría de organizaciones retomen las oficinas al acabar la emergencia sanitaria. Por otra parte, un gran número de trabajadores como por ejemplo los que trabajan en empresas de diseño y desarrollo web continuarán con la modalidad remota como una forma de ahorro de costos, mientras que muy pocos, la minoría, disfrutarán de modelos híbridos que combinen lo mejor de ambos mundos.